Nueva publicación para rescatar la espiritualidad
Publicar un libro devocional en este tiempo caracterizado por un materialismo salvaje puede sonar muy optimista, ingenuo y algo quijotesco. ¿Para qué molestarse e invertir tiempo en la escritura, la redacción y corrección, el formato, el estilo y la impresión si la sociedad rechazará este material por no adecuarse a sus objetivos? Ante este panorama tan poco alentador, más de un autor se sentirá reacio a seguir publicando al vislumbrar el poco alcance que una publicación cristiana podría tener.
Letra Paraguay, con una visión fuertemente marcada de llevar la Palabra de Dios a todos los pueblos, se complace en anunciar una nueva publicación que apunta a rescatar el valor de lo espiritual y de la vida contemplativa. Se trata de "Despertares: devocionales que alimentarán tu espíritu," de Celina Iagui, educadora argentina que actualmente pastorea una creciente congregación junto a su esposo.
Este tipo de escrito es un bálsamo de vida interior y de relacionamiento comunitario que apunta, al menos, a neutralizar los deseos y las ambiciones egoístas propias de este siglo que gusta del placer individual. Si leemos las páginas de esta publicación, sin embargo, veremos que su objetivo va más allá de una simple "neutralización" sin resultados. Apunta a un cambio, a sustituir valores triviales y pasajeros por trascendentes y eternos: confianza en Dios, amor al prójimo, desarrollo de las virtudes y capacidades espirituales tanto personales como comunitarias.
La vida cristiana se vive en comunidad. "Vive y deja vivir" es una frase que mucha gente tiene como lema o valor central de su vida. En términos sencillos significa "vive tu vida sin entrometerte en la vida de los demás." Algunos, incluso, piensan que "vive y deja vivir" tiene un trasfondo bíblico que señala respeto por el prójimo y el "valor espiritual" de la propiedad privada. El cristiano bíblico sabe por experiencia propia que no existe "propiedad privada" del ser humano, pues todo lo que alcanza a acumular, aquí se queda, sobre la tierra. No puede llevarse nada cuando parta de este mundo. El cristiano considera todos los bienes como dones y pertenencias de Dios, que por un tiempo se nos da a administrar.
Cuando una persona decide abandonar el egoísmo y comenzar a amar al prójimo como estilo de vida, allí es donde se halla a sí mismo y se encuentra personalmente con Dios, pues Dios es todo amor. Por ello es que no existe persona que se desarrolle a sí misma fuera del contacto con el otro. "Somos porque el otro es" diría un filósofo.
¡Felicitamos a la autora de "Despertares" por este aporte, que nos enriquece como seres humanos y nos abre una ventana llena de posibilidades de salir del sueño materialista y despertar a una vida real, plena de realización y digna de ser vivida!
Letra Paraguay, con una visión fuertemente marcada de llevar la Palabra de Dios a todos los pueblos, se complace en anunciar una nueva publicación que apunta a rescatar el valor de lo espiritual y de la vida contemplativa. Se trata de "Despertares: devocionales que alimentarán tu espíritu," de Celina Iagui, educadora argentina que actualmente pastorea una creciente congregación junto a su esposo.
Este tipo de escrito es un bálsamo de vida interior y de relacionamiento comunitario que apunta, al menos, a neutralizar los deseos y las ambiciones egoístas propias de este siglo que gusta del placer individual. Si leemos las páginas de esta publicación, sin embargo, veremos que su objetivo va más allá de una simple "neutralización" sin resultados. Apunta a un cambio, a sustituir valores triviales y pasajeros por trascendentes y eternos: confianza en Dios, amor al prójimo, desarrollo de las virtudes y capacidades espirituales tanto personales como comunitarias.
La vida cristiana se vive en comunidad. "Vive y deja vivir" es una frase que mucha gente tiene como lema o valor central de su vida. En términos sencillos significa "vive tu vida sin entrometerte en la vida de los demás." Algunos, incluso, piensan que "vive y deja vivir" tiene un trasfondo bíblico que señala respeto por el prójimo y el "valor espiritual" de la propiedad privada. El cristiano bíblico sabe por experiencia propia que no existe "propiedad privada" del ser humano, pues todo lo que alcanza a acumular, aquí se queda, sobre la tierra. No puede llevarse nada cuando parta de este mundo. El cristiano considera todos los bienes como dones y pertenencias de Dios, que por un tiempo se nos da a administrar.
Cuando una persona decide abandonar el egoísmo y comenzar a amar al prójimo como estilo de vida, allí es donde se halla a sí mismo y se encuentra personalmente con Dios, pues Dios es todo amor. Por ello es que no existe persona que se desarrolle a sí misma fuera del contacto con el otro. "Somos porque el otro es" diría un filósofo.
¡Felicitamos a la autora de "Despertares" por este aporte, que nos enriquece como seres humanos y nos abre una ventana llena de posibilidades de salir del sueño materialista y despertar a una vida real, plena de realización y digna de ser vivida!
pero que buen articulo, puedo pasar por su local en Luque para una visita?
ResponderEliminarSe agradece muchas gracias, mas ahora que ando leyendo un poco sobre Espiritualidad
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