Por qué dejé todo por la traducción?


Es la pregunta que muchos amigos y familiares me hicieron cuando les comuniqué o se enteraron que renunciaba a mis trabajos en Asunción para dedicarme al trabajo de traducción, alfabetización y ayuda social a los pueblos nativos del Paraguay. Mi respuesta siempre se volcó hacia razones espirituales: una vocación divina, un llamado interno, una fuerte convicción de la necesidad de aquellos que nacían, vivían y morían sin haber tenido en sus manos ni siquiera un versículo de las Escrituras.

El trabajo en el campo durante los últimos cinco años me ha dado otras respuestas paralelas a aquellas. Hay un paquete mucho más complejo que un simplista: "Dios me llamó." Razones como la justicia, la atención a pueblos marginados, el compartir, fueron también las que me guiaron a esta decisión. Se puede hablar de la alteridad. La realización y desarrollo del otro permite que yo me realice a mí mismo.

Comentarios

  1. Me parece muy interesante que no te hayas quedado con la respuesta de miles... muchos lo responden como por obligación... pero se que hay más, el amor, no ceder al egoísmo.. .y encontrar alegría al ayudar a quienes muchos piensan que están bien sin conocer Su palabra...

    Un abrazo para vos tío y la familia.

    Abi

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