Novedades mes de marzo en LETRA
El momento de terminar la corrección de algún libro de la
Biblia, es el más crítico del trabajo y el tiempo en que se atraviesan más
pruebas. Las pruebas pueden venir a cualquiera de los integrantes del proyecto.
Desde las familias de los traductores o del director de Letra Paraguay, hasta
los grupos minoritarios para los que se traduce la Biblia.
Esta vez, las comunidades achés pasaron por un tiempo
turbulento. En Cerro Morotĩ, una camioneta que llevaba 12 personas, volcó en un
camino de tierra. Era un grupo de mujeres que se dirigía, en la madrugada del
sábado 15 de marzo, hacia otra comunidad aché: Ypetimi. Allí se realizaría un
círculo de oración de mujeres, organizado por los Gedeones Misioneros. De las
pasajeras, cinco sufrieron graves lesiones y fracturas, entre ellas, una niña
de 6 años. Además, en Cerro Morotĩ, la bomba que suministraba agua a la
comunidad entera, se rompió, dejándolos solo con el arroyo como fuente de agua.
Las tierras pertenecientes a la comunidad de Arroyo
Bandera, fueron invadidas por vecinos y
campesinos. Esto duró más de una semana, hasta que los achés, junto con un
fiscal, mostraron los documentos correspondientes para que los campesinos
desalojaran el lugar voluntaria y pacíficamente.
En Kuentuwy, falleció un anciano de nombre Darío Djapegi.
Mientras que en Ypetimi, el cacique Roberto Tykuarangi sufrió un accidente al
circular con su motocicleta, fracturándose el fémur en tres partes. En Chupa
Pou, descubrieron cáncer en la promotora de salud Teresa Bepurangi. Y en una
pequeña niña, Gloria Kagi, encontraron un tumor en el espacio donde fue
extraído su riñón.
Pero la vida sigue para los achés y para el proyecto Letra
Paraguay. Era muy inspirador ver que a pesar las dificultades y tristezas, la
escuela continuaba con niños llenos de alegría y esperanza. Los cultos seguían
siendo la fuente de fuerza y ánimo para los caciques y los pastores. La
capacitación de profesores de preescolar y primer grado fue realizada
exitosamente por la voluntaria chilena Megan Fuentes, licenciada en educación
parvularia. Y Letra Paraguay concluyó con su recorrido por las comunidades del
norte, junto con las voluntarias Ruth Gaved y Rocío Gómez.
En cada comunidad se pudo apreciar el apoyo mutuo de los
achés. Las actividades con niños, organizadas por las tres voluntarias, fueron
motivo de gozo y diversión. Este viaje también fue aprovechado para medir los
talles de los niños de cada grado de la escuela, para la confección de
uniformes, que serán luego repartidos en la siguiente visita de Letra Paraguay.
Los cuentos elaborados por Megan, Ruth y Rocío, fueron,
asimismo, repartidos de a cinco en cada escuela en manos de los profesores de
prescolar, junto con otros materiales didácticos. Más achés recibieron “chãbeta”
(anteojos) para lectura, y los que ya tenían, los utilizaban en los cultos para
leer la Biblia.
Dios es fiel, y la corrección de Apocalipsis concluyó
satisfactoriamente unos días antes de las visitas a los achés. Los escalones a
la impresión del Nuevo Testamento están siendo subidos de a poco y con
perseverancia, pero el objetivo es claro, que los achés puedan leer la Palabra
de Dios en el idioma de su corazón, y que ella transforme sus vidas y sus
comunidades.
La escuela en Cerro Morotĩ, continuando pese a la falta de agua y la mala noticia del accidente de las mujeres |
Los cuentos achés elaborados por Megan, Ruth y Rocío, junto con el alfabeto.
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(Izq. a der.) Megan Fuentes, con los profesores de prescolar y primer grado. Profesores de Cerro Morotĩ y Kuentuwy, con materiales en mano, y por último, en medio de una capacitación en Chupa Pou.
(Arr.) Títeres que relatan cuentos achés, por Megan y Rocío, en Kuentuwy. (abajo) Canciones con niños achés de Arroyo Bandera.
Pastores aché utilizando anteojos de fabricación manual para
leer la Palabra de Dios.
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